La canción de protesta en Argentina y AmĆ©rica Latina tuvo su auge en los aƱos calientes de rebeldĆa y utopĆa. Cantar para denunciar la pobreza, la explotación, la desigualdad, llamar a la unidad continental y, a veces, a la revolución y las armas. Para el pueblo lo que es del pueblo, Marcha de la bronca, El pueblo unido jamĆ”s serĆ” vencido, A desalambrar o Hasta siempre son algunas de las muchas composiciones emblemĆ”ticas de un tiempo cantado, en el cual la canción, se creĆa, podĆa cambiar el mundo. Todos se sentĆan cómplices de lucha contra el arte conformista y compaƱeros de ruta en esa misteriosa conexión entre cantante y pĆŗblico.En Argentina, Atahualpa Yupanqui decĆa "Basta ya que el yanqui mande", Horacio Guarany pregonaba "un canto de obrero y popular", León Gieco le cantaba a los "hombres de hierro" y MarĆa Elena Walsh se burlaba de "los ejecutivos". Otros autores como Armando Tejada Gómez, JosĆ© Tcherkaski, Moris, Pajarito Zaguri, Miguel Cantilo, VĆctor Heredia, HĆ©ctor Negro, Ramón Ayala, Ariel Petrocelli y Jaime DĆ”valos tambiĆ©n escribieron obras imprescindibles del cancionero social y polĆtico argentino. IntĆ©rpretes como Mercedes Sosa, Daniel Toro y Piero les pusieron sus voces. En Chile, surgĆan cantautores y grupos comprometidos como Violeta Parra, VĆctor Jara, Rolando Alarcón, Patricio Manns y QuilapayĆŗn; en Uruguay, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, AnĆbal Sampayo y Los OlimareƱos; en Brasil, Geraldo VandrĆ© y Chico Buarque; en MĆ©xico, Judith Reyes y Ćscar ChĆ”vez; en Cuba, Silvio RodrĆguez, Pablo MilanĆ©s y Carlos Puebla; en PanamĆ”, RubĆ©n Blades; y en Venezuela, AlĆ Primera, entre tantos otros.Oche Califa se remonta a los orĆgenes de la canción popular; se zambulle en la modernidad, cuando el arte se impregnó de compromiso polĆtico, y llega a los aƱos de procesos de liberación y revolución en el Tercer Mundo, en los que el poeta y el cantante se consideraron voz del pueblo. En Canto rebelde el autor recupera mĆ”s de 70 de esas canciones fundamentales. Se podrĆ” pensar que desarrollaron una estĆ©tica y un discurso muy propio de esa Ć©poca, sin embargo, algunas canciones se convirtieron en verdaderos clĆ”sicos que aĆŗn se cantan y numerosos creadores actuales, sean de folk, rock, rap o hip hop, siguen rescatando aquel espĆritu. Porque mientras existan injusticias, las canciones de reclamos sociales siempre ocuparĆ”n un lugar en el escenario.